Desatando los nudos del alma, desató aquellos en la garganta que no grita...
Y cerrando los labios hace silencio gritando en el fondo de sí, su nombre, deletreando cada palabra lentamente...
Deseaba alguien que no pretendiera de mi, el ser fuerte a cualquier costo, porque, hasta las montañas rocosas, poco a poco, con el viento se desgastan.