yo dormiré tranquilo porque nada hice, yo respiraré tranquilo porque te fui amigo, yo estaré tranquilo porque tu, eres el artéfice de tu propio mal, yo soy solo el medio, y yo, no puedo ser el Cristo de tus pecados...
Y el día pasó entre sol, viento, charlas, tuercas, grasa, resortes, soportes polvo y olor de solvente en las manos... Una poesía del buen viejo trabajo manual...